LA LUZ EN LOS LUGARES ESCONDIDOS
Las aguas volvieron al río.
Y con ellas, también volvió la Fé
sin tener figura de un Dios
o de cualquier otra Divinidad.
Con ello la vida volvió.
Y los prados tornáronse verdes
sin nada de lo sagrado
en el explendor de lo natural.
Las aves volvieron a volar
y a nadar los peces
en medio de su danzante ritmo.
Y los bosques sirvieron de abrigo
a los caminantes
que en ellos se aventuraban.
Sólo con que las aguas volvieran al río
la luz volvió a propagarse.
Y esta iba dispersándose
en cualquier lugar que estuviera escondido.
Comentarios
Publicar un comentario