Una de las historias narradas por el cuentacuentos que tocaba la flauta
16/X/2019
Hubo una vez un cuentacuentos que los narraba a la luz de una hoguera. Los inventaba inspirándose en la forma de las llamas y, de esa forma, según los iba creando, los relataba. Siempre lo hacía acompañado de una flauta, la cual tocaba entre cada una de las estrofas.
Sus historias versaban sobre duendes y espíritus. Árboles y animales. También sobre el Ser Humano. Una vez contó una basada en el baile de las llamas de las hogueras. Estas siempre danzaban en mitad de la noche. Y al acercarse el día dejaban la fiesta disponiéndose a descansar.
Llegó un día en el que decidieron continuar el baile durante las horas del día. Todo iba bien hasta que abandonaron el recinto en el que solían celebrar. Ocurrió que agrandáronse en tamaño y fueron multiplicándose. La fiesta se descontroló. Ya no había jolgorio, sino un desenfreno que hizo temblar a los habitantes del lugar: personas, animales y plantas.
La llamas fueron desplazándose de un lugar a otro destrozando todo lo que encontraron a su paso. Así estuvieron durante tres días y tres noches. Si no hubiera sido por el hecho de que empezó a llover hubieran seguido por más tiempo. Con la lluvia se empequeñecieron hasta quedarse dormidas por el cansancio.
Al despertarse contemplaron un bosque negro y sin vida. Entonces notaron que los lugareños habían desaparecido. La vegetación era inexistente y los troncos de los árboles estaban ennegrecidos y humeantes. Mucho tiempo habría de pasar hasta que volviera a su estado anterior.
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