LA BRISA Y SU SONRISA

La brisa iba por "muy mal camino", decían.

Más que nada porque le dictaban

los senderos que debía recorrer.

Además de todos los lugares

a los que debería de refrescar.


La brisa sentía un inmenso vacío, decían.

Sobre todo porque ella presentía

que aquella no era su forma de ser.

Y más con todos los sinsabores

que por ello debería degustar.


A la brisa le decían que iba por mal camino

a pesar de que este le marcaban

como si no tuvieran forma los cruces.


La brisa no sabía el porqué de sus males

cuando iba cumpliendo a rajatabla

lo que le decían para evitar el mal camino.


Y la brisa dejó de ser ella misma.

Se volvió lo que debía ser

según la voz de los seres

al ir esculpiendo su camino.


Y al instante de dibujar su sonrisa

esta de ella no era parte.

Era un simple escaparate

al haber sido su ser moldeado.




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