EL REBOSE DE LA SATISFACCIÓN

En los tiempos del ojo por ojo

se creó el mercado de la guadaña,

y el de la atemporal peste.


Fue metiéndose en las raíces

que fueron conformando la historia

en un continuo dar de sus frutos.


Y este corrupto nos llega

mientras una pulcra imagen

logra disimular lo escondido

bajo las pieles de su envoltorio.


Suele brillar su figura

con la cual le da por atraer

al cebo que son sus objetivos

al entender que son el cazador. 


Son transformados así en las presas

que creen rebosar de satisfacción.


Una imagen que dura en el tiempo

sin que parezca tener un final.


Incluso va creando hogares

más allá de sus paredes.

Son tan enormes sus territorios

que cruzan los topes conocidos

dejando la imaginación atrás.


También traspasan edades

y conforman dimensiones. 

Sin estar sujetas a los tiempos

van construyendo sus grandes prados

que son un desafío a la física. 




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