LA PIEL CUBIERTA DE ORO

Las flores crecían a su alrededor.

Pero sólo oro buscaba

siendo de su vida el eje


Fue gastando las horas en ello.

Su cuerpo fue volviéndose

de colores del gris

hasta nada sentir.


Pero nada de eso le preocupó. 

Iría ignorando las flores

igual que lo estéril

ya no da mas de sí.


También ignoró el paso del tiempo.

Las horas sólo le servían

hacia buscar su menester. 


Y con el oro pintaría su piel.

¡Sería que se sentía tan hermoso!


Pero esto mismo lo fue asfixiando.

Su piel no respiraba al cubrirle.



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