PEREGRINO

14-15/XI/2020


Peregrino en su naturaleza,

el Ser Humano ha marchado

elucubrando distintas ideas

desde que empezara

su dura y constante modelación.


Con el transcurso de las etapas

muchas de ellas se quedaron

obsoletas ante la conciencia

de que estaban desgastadas

en las raíces de su planteamiento.


Entonces quedarían registradas

en forma de los cimientos

de aquellas sociedades futuras

las cuales las contemplaran

desde sus posteriores estudios.


Otras quedaron tan olvidadas

en pos de un lóbrego abismo

en el que no serán contempladas

a raíz de la dura hambruna

que condena al desconocimiento...


Por supuesto, también las hay ancladas

en las reglas del pasado,

son las inamovibles en aras

de las eternas veredas

donde no transcurrirán los siglos.


Esa costumbre de canonizar

lo que parece perfecto

nos empuja a olvidar la crítica

alabando la figura

que aparece envuelta con su esplendor.


Finalmente, esto nos hace aceptar

lo que nos es conocido

como una forma inevitable a la 

ausencia de las futuras

posibilidades de variación.


Todo esto nos transforma en criaturas

tan esclavas de nosotros

mismos... de todas esas palabras

que son al ser pronunciadas

faltas de posibilidad de error...


Somos unas frágiles criaturas

que están al margen del ciclo

de una naturaleza ignorada

luchando por conseguir crear

algo que le sirva de protección.


(II)


Cuáles serán los misterios

que nos ha de guardar este

inmenso mundo que creemos

conocer y nos depara

continuamente unas nuevas

sorpresas entre

las miles de esquinas de los 

confines a los que apenas

discernimos entre todos

los vados de lo que vemos.


Entonces lo que un día se dio

por lo bueno y lo latente

resulta que va mutando

a medida que la creencia

de aquello que está dictado

ante la corte

integrada desde todos

los avances del mañana

anhelando ser los dueños

del tan suspirado trono.


Porque al irse sucediendo

los regulares avances

vamos jugando con riesgo

de recoger la máscara

que atrás fueron delegando

para que ocupen

su lugar y métodos

en una naciente época

donde se cambiarían solo 

las fórmulas de manejo.


Se repiten los círculos

con insólitos perfiles

ante todos los testigos

que a ver no logran alcanzar

todas esas artimañas

que se repiten

borrosas delante de ellos

y de esos quienes alarman

sin apenas notar que ellos

también son tristes reclusos.



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