SU ENCIERRO INMORTALIZADO
Enfrenta la sed de sangre
encerrándose en un calabozo.
Arden más las cadenas que la soledad.
Es la fecha de cada mes
por la que abandona su ser mismo.
Quema más el instinto que lo natural.
Al despertar nada recordará,
pero las cadenas serán buen augurio.
Sobre todo si le siguen sujetando,
si están frenando su pesadilla.
Verá los minutos de las cintas
que inmortalizan su encierro.
Ese transformar con dolor
por el cual deja de ser la persona que es.
Pero todo eso le maravilla.
El salir de su proceso
al caminar a lo oscuro.
Lo único que lamenta es su sed de sangre.

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