PASEANDO POR LAS CALLES
La Luna paseaba por las calles.
Estas parecían frías,
pero de las farolas el calor
a cada baldosa iba abrazando.
Y de ellas germinaban las flores
al darles la vida.
Y siendo de noche tenían color
que les servía desde fino abrigo.
También van brotando corazones
en las luces que recubren las esquinas.
También van saltando los instantes
en los momentos que reluce la Luna.
Y esta no está opacada
por las luces habidas en lo urbano
que la ciudad presiden.
Y esta no está acallada
por los ruidos habidos en lo innato
que atesoran las urbes.

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