EL SILENCIO, SUS SINÓNIMOS Y DEMÁS

Y digo yo,

aunque tal vez no diga nada,

que el silencio

puede ser una obra de arte

que se engalana

cuando una tormenta

eclosiona en la noche;

mientras tintinea

en cada esquina su sonido.

Y no hace falta

que esté expuesta en un museo.

Ello, al igual que tantas maravillas,

de una vitrina dispone

sin la necesidad

de que la mano del humano

forma les confiera...

tenemos miles tan cerca

que muchas veces las ignoramos.

Y si faltaran

veríamos nuestras manos

siendo llevadas a nuestra cabeza...

como en tantas ocasiones

en las que se narra

el ser listo después de visto.

¡Pero qué más dará!

Mientras no se echen en falta...

¿Por qué tendremos que preocuparnos?

Y digo yo...

que al momento de imponer la paz

el silencio

ya no será más un arte.

Se engalanará...

pero con la fealdad

de las pérfidas artes

que nos encaminan

hacía todo lo antes narrado. 

Puede que no diga nada más,

aunque podría ser que sí

y llenara un folio

con cosas sin sentido...

aunque podría ser que lo tuvieran

y de fijo es que no me de cuenta ni yo.

Pero así suelen ser las cosas.

Más cuando son porque sí

al significado

de lo que es relatado

al son de la palpable realidad

que impide que puedan existir prófugos.

O discordantes,

que los sinónimos

están en desuso

por ser un arte

que a pensar nos predispone

pese a que no es conveniente

en la gala del buen orden

que formula su establecer.

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