Transporta sin carnet un burro muerto en un quad

El vehículo carecía de seguro, no había pasado la ITV y no llevaba casco

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Hay circunstancias que suelen ser surrealistas. Tanto que si no fuera por su aparición en los medios de comunicación podrían considerarse un bulo de esos tan manidos últimamente, una leyenda urbana o parte del contenido de las publicaciones satíricas que en los últimos tiempos, o no tan viejos, son denostadas.

El hecho en cuestión al cual vamos a referirnos tuvo lugar en la localidad asturiana de Lena. Y tiene por protagonista a una mujer de 41. Se enfrentará a una pena que va desde los tres a los seis meses de cárcel por un supuesto delito contra la seguridad vial. ¿Pero qué es lo que hizo esta persona que le podría obligar a hacer frente a esa condena? Si no han oído o leído sobre ello... mejor acomódense y procuren mantener el equilibrio.

Lo primero fue conducir un quad sin casco. "Bueno", pueden llegar a pensar, "a muchos motoristas les han multado en semejantes circunstancias". Lo siguiente fue hacerlo sin carnet. Se lo habían retirado anteriormente ya que había perdido todos los puntos. "No es la primera persona a la que le pasa", se dirán. Vale, pero es que no tenía seguro ni la ITV en vigor. Llegados a este punto se cuestionarán sobre qué tiene de extraordinario el asunto.

Esperen un poco más. Antes de nada deben saber que el alto se lo dio la Policía Local del citado municipio el pasado 2 de octubre. También que tendrán que imaginar la cara de estupor que debieron de poner los agentes; pero procuren no impacientarse,  pues llevaba un remolque. Y este tenía la placa identificativa, o matrícula, de otro vehículo. "No sería la primera vez que pasa algo parecido", podrían llegar a cavilar. Lo surrealista, y macabro a la vez, es que en el interior de este se encontraba el cadáver de un burro. El fallecido animal carecía del correspondiente chip que lo identificase. Es decir, carecía de documentación en regla, expresa 'ABC'.

A tenor de lo recogido por 'La Voz de Asturias', y previniendo que "se pudiesen derivar algún tipo de responsabilidades en materia de bienestar animal", los agentes pusieron lo sucedido en conocimiento de los servicios veterinarios de la Oficina Comarcal. Esta entidad es dependiente de la Consejería de Medio Rural y Política Agraria del Principado. Poco podría imaginar la mujer, quien responde a las iniciales de R.I.A, que iba a acabar un viaje de semejante manera.

Pero no queda ahí la cosa. No sólo podría tener que enfrentarse a la pena de cárcel que hemos mencionado anteriormente por el supuesto delito contra la seguridad vial, el cual lo tipifica el capítulo IV de la Ley Orgánica 10/1995 del Código Penal. Y es que aunque tendría la posibilidad de hacer trabajos comunitarios que oscilarían entre 31 y 90 días, debería hacerse cargo de una sanción económica y las denuncias administrativas interpuestas por circular en un vehículo que no tenía seguro ni la ITV en vigencia.