Una camarera pide empatía a la clientela

Hasta 60 de ellos llegaron al local 10 minutos antes del cierre

estardondeestes.com

Tal y como se suele decir, 10 años trabajando en hostelería pueden ser toda una vida. En ese tiempo suele llegar a haber de todo; buenos momentos, alegrías, chistes, broncas,... ello se da entre compañeros, jefes y la clientela. Aquellos que, por lo que sea, hayan tenido la paciencia de pasarse por estas líneas habrán comprobado que en ellas se ha llegado a tratar la falta de empatía que pueden llegar a presentar estos últimos.

Con esto no pretendemos generalizar, faltaría más, sino que las gentes, sobre todo aquellos que no han laborado en el sector, traten de ponerse en la piel de los empleados. Es por ello que volveremos a hacernos eco de una publicación de la plataforma "Soy Camarero". Volcada este 29 de septiembre, muestra el testimonio de una persona que se vio obligada "a andar empujando como un rebaño a la gente hacia la puerta para que se fueran".

Sucedió que 10 minutos antes de su hora de cierre 60 personas acudieron a la cafetería en la que está empleada. La camarera les explicó que eso sucedía a las 12:00 de la noche. Afirmaba también que al lado del local, el cual está en una base militar, hay otra cantina que baja la persiana a las 04:00 de la madrugada. Amargamente protestaba que, incluso siendo gente que acude todos los días, no se dan cuenta que tiene vida personal. Y como todos tiene problemas. Pretendiendo arreglarlos a la salida no los llevaba al trabajo.

Pero de esa manera no podría porque debía limpiar el local, llenar las cámaras, hacer la caja... Todo ello sin tener al lado a un jefe jodiéndola que le diga que mientras él no facture se tiene que quedar allí. Por ello, tras haber repetido hasta en 5 ocasiones que iba a cerrar, asegura que a esa gente "les importa una mierda" que se tenga que quedar una hora más. Y menos aún teniendo en cuenta que en el documento explicaba que a partir de las 12:00 no le pagan el tiempo extra.

Todo lo que relató lo hacía con claros síntomas de rabia e impotencia, además de entre lágrimas. Por ello exigía que dejaran de llenarse la boca de salud mental y comiencen a tener respeto y empatía. Porque la persona que hay detrás de la barra no es una máquina, sobre todo teniendo en cuenta el momento en el que habrían acudido los clientes. Y ello a pesar de estar "muy hecha" al asunto después de llevar 10 años en el sector. Ante esto, y tildándoles de hipócritas, pide a aquellos que se solidarizan con el vídeo que lo compartan. 

Soy Camarero (X)


 





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