LAS HOJAS EN BLANCO FLORECEN
Volvamos a darle vida
a una hoja que esté en blanco.
Y que de esa forma florezca
en medio de algún jardín.
Y que brille,
que reluzca
por lo que en su interior
nos aguarda.
Que transpire
esperanzas...
y también los miedos
que nos atan.
Dejemos a un lado
lo que impide
darle vida;
ya sea por nuestra parte
o desde el exterior.
Que en un cuadro se convierta
sin necesidad de usar pinceles...
pues la tinta será toda esa miel
de la que se forma el alma.
Que de él emane calor...
en un viaje
por las costas
de nuestro subconsciente.
De nuestros misterios.
Que nos riegue
las mañanas
en las que está seco
este Sol al
ocultarse
por la gracia
que se le confirió
al despertar.
Sigamos dándole vida...
y más cuando hay cautivos
por pretender que estas florezcan
coloreando el existir.
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