LA MAR Y SUS MAREAS
Suele decir la mar que sus mareas
son como las flores
cuando palpita la primavera.
Puede que sea verdad.
Que nos ofrezca los ramos
enseñándonos sus frutos.
Pero ella... Ella es la mar...
Y guardará sus secretos
más allá del alma
que nos suele mostrar.
Más que de nosotros mismos.
Sabe, en lo íntimo, que por sus aguas
nadaron especies
que jamás podremos imaginar.
Pero nos empuja
hacia su descubrimiento.
Por ello nos va dejando
todas esas piezas.
Y fósiles les llamamos.
Incluso nos muestran
días con otras horas.
Diferentes calendarios.
La mar nos muestra época pasadas
en este presente
sin el alejarse de la Luna.
También nos permite ver cómo era
su masa presente
en sitios que dejara tiempo atrás.
Quiere la sintonía
del ayer en estos tiempos
por los que son venideros.
Esa es su epifanía.
Ser algo que una este mundo
en una columna
que un abrazo nutra.
O si gustan, un buen trago.
Suele decir la mar que en sus mareas
hay poco que se ve
y muchas más cosas a imaginar.
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