RECOVECOS

Me adentro en mi mente,

en sus recovecos,

resulta agradable

averiguar siempre

que guarda pedazos

buscando ordenarse.

Y no me refiero

a la falta de cordura,

que también, pues resulta ser

algo cautivador,

y siempre embriagador,

debido a las distintas vías

que pueden llegar a tener

todos sus senderos.

Me estoy refiriendo

a nuestro continuo avanzar

que tanto se le parece; 

pues tiene senderos

repletos de candor

parecido a una autopista

con su infinidad de cruces 

en su recorrido.

Descansa mi mente

después de ordenarlos,

incluso aunque sabe

que volverá otra vez

a tener que hacerlo

alguna que otra vez.

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