“Macho, es lo que hay”

Sobre el análisis que realizó recientemente Pilar Eyre sobre la Casa Real centrándose en la figura de Letizia Ortiz

semana.es

En su blog-columna de la revista Lecturas, la periodista Pilar Eyre tilda a la Casa Real de familia desestructura y egoísta en la cual tuvo que “abrirse paso a codazos” Leticia Ortíz. Lo hizo el pasado 29 de diciembre. En ella, además de comentar la vida familiar e institucional de los actuales Reyes de España, hace también un repaso a la coyuntura política que les rodea.

Como no podía ser menos, uno de los puntos en los que centra su atención es la situación del “refugiado” Juan Carlos I. Afirma la escritora que dicen que esa situación “le quita el sueño” a Felipe VI, pero añade también que le beneficia y que “ojalá” ese estatus se alargue “hasta el final”. Curiosa la situación de este “jubilado de oro”, “en paro” y exiliado. Igual que Alfonso XIII en Roma tras su huida después de que se proclamara la Segunda República tras una selecciones municipales.

Sostiene la barcelonesa que el actual monarca ha logrado zafarse de la sobreprotección de su madre y de la presencia de “amigos pijos y novias problemáticas”. Todo ello debido a Leticia, la cual parece que acaba las discusiones entre ellos con un “Macho, es lo que hay”. Una persona que fue despreciada por su propio suegro y que estuvo enfrentada con las que serían sus futuras cuñadas. Pregunta a los lectores si se imaginarían a Juan Carlos I siendo cuestionado por los periodistas del papel couché, más concretamente los reporteros de “Sálvame”. He ahí el “respiro” que le supondría al actual Rey.

Explica que Felipe VI estaría cómodo en sus funciones. Esto se debería a que “se siente arropado por Pedro Sánchez y los suyos”. Además de esgrimir que parece que muchos republicanos parecen obviar la hipotética abolición de la Monarquía. Aquí más de uno debería llevarle a pensar dónde estará ese espíritu republicano del que tantas veces suele alardear el PSOE; pero esto simplemente es una opinión personal.

Detalla que el círculo de acólitos de Juan Carlos y Sofía siguen vigentes. En especial se centra en la de esta última, los cuales habrían querido hacer parecer que había ido ha visitar al primero a su exilio. Explica que es una mentira por doble partida; ya que ni fue a visitar a su hermano enfermo, tal y como se comentó en un primer momento, y que la que en realidad estuvo en Abu DhaBi fue Marta Gayá, una de las más famosas “queridas” del Emérito. Sería interesante que alguien comentara la reacción del “campechano” ante las fotografías de Barbara Rey con el que sería su actual pareja, Bigote Arrocet.

 Todo ello en un claro ejemplo de lo que parece la buena imagen que tiene Eyre sobre la periodista. La elogia por haber logrado ser “una mujer segura de su lugar en el mundo”. Sobre todo teniendo en cuenta las inseguridades que habría pasado en los comienzos de su relación con Felipe o “el grupito de monárquicos rancios” que le tirarán piedras “a través de su suegra”.

Sobre este punto, sobre la tirantez que mantendría con su suegra en lo que respectaría a la educación de las Infantas Leonor y Sofía, detalla que no se molesta en llevar a cabo un “paripé institucional” porque sabe que la opinión pública le es favorable. Opina, además, que en estos tiempos no es justificable “una personalidad como la de la reina Emérita”. De ahí que comente lo mencionado anteriormente sobre que los acólitos de esta siempre le lanzarán piedras en nombre de ella. Únicamente le falta usar el sarcasmo y afirmar la valentía de estos.

¿Ha pasado algo en la Institución porque Leonor haya partido al extranjero a estudiar? Responde que parece que no, pero habría que recordar que esos estudios los pagan todos los ciudadanos españoles que “acoquinan” para que sus progenitores tengan un salario. Nada, o prácticamente nada, se sabe de su día día, explica. Todo ello debido al “pacto implícito” firmado con la prensa estatal. Se trata de una menor de edad, por lo que no tendría que haber un pacto. Este, por lo tanto, de existir, habría que ver si es uno nuevo o una extensión del que tenían Juan Carlos y Sofía en su momento. De ser así…