El servicio a domicilio le entrega una hamburguesa mordida

El pedido lo hizo a McDonalds a través de Just Eat

mirror.co.uk

Lo más seguro es que tengan por ahí guardada alguna anécdota de algún momento en que han ido a algún restaurante. Si no es personalmente, habrán oído a alguien cercano contarlas. Incluso, si miran en internet, podrán encontrarse que esta está plagada de ellas. Es más, plataformas como TripAvisor, para lo bueno y lo malo, dan la oportunidad de convertirnos brevemente en supuestos críticos culinarios.

En este apartado del cual estamos hablando también podemos incluir los servicios de comida a domicilio. Y justo de ello es sobre lo que tratarán las líneas que vienen a continuación. La protagonista de esta historia es Natalie Oxford, residente de 39 años del londinense barrio de Chelsea. El pasado 19 de enero hizo un pedido a la cadena de comida McDonalds para ella y su hijo. Cuál sería su sorpresa que al abrir una de sus hamburguesas encontró que esta estaba mordida.

Antes de nada, hay que recalcar que el pedido, en realidad, lo hizo a la compañía de servicio a domicilio Just Eat, la cual se encargó de llevárselo. Según detallaba The Mirror ayer mismo, 28 de enero, su consumición consistía en dos hamburguesas con queso, otra doble de un cuarto de libra, tres porciones de patatas fritas, una de tarta de manzana y azúcar.

Ante su sorpresa, decidió mostrar en Twitter lo que le había pasado. En la publicación etiquetó a Just Eat. La compañía, al tener constancia de lo ocurrido, contestó a Natalie afirmando que no estaban satisfechos por lo que había sucedido y que investigarían qué había pasado. Señalaban, además, que la devolución del importe debía hacerla el restaurante correspondiente.

Pero en este caso hicieron una excepción al tratarse de algo que se salía de lo habitual. Por lo tanto, además de devolverle las 14,97 libras del pedido, 17,99 euros, se le entregaron otras 10 por los daños causados en señal de buena voluntad. También informaron que se lo habían comunicado al restaurante de McDonalds y que le habían pedido que se pusiera en contacto con la Agencia de Normas Alimentarias.

Por su parte, el restaurante perteneciente a la franquicia alegó que la hamburguesa no fue manipulada en el establecimiento. Natalie explicó que nunca antes le había pasado, por lo que seguiría requiriendo de sus servicios. Añadía que la comida siempre le solía llegar fría a pesar de que el trayecto fuera de tres o cinco minutos en bicicleta. Aunque también recalcaba que anteriormente había dejado de pedir bebida porque esta llegaba derramada sobre el pedido. 

En este caso, su sorpresa habría sido mayúscula. Se pregunta por qué lo hicieron y si pensaban los empleados que estaban haciendo algo gracioso. Su hijo, de 16 años, le comentó que cortara la parte mordida, pero habría decidido tirar la hamburguesa a la basura. Cree que la acción se llevó a cabo con la comida ya sellada y espera que Just Eat averigüe quién fue el que lo hizo.

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