SERÁ QUE LOS MEJORES REGALOS SUELEN SER...
De qué me sirve regalarte un ramo de flores
si, al final, se acaban marchitando
y tiradas al cubo de la basura.
Quizás, lo mejor sería que tuvieras recuerdos
que, en ocasiones, sacaras
y a tu sonrisa pintaras
con tal de iluminar un instante.
Pero estos no deben significar todo un mundo.
Quizás una brava pieza
que hasta el cielo se elevara
sin ansiar ser la Torre de Babel.
Y ello porque lo que dicen "egolatría"
en ti jamás ocuparía espacio.
Di, entonces, que no tengo que regalarte flores.
Que están mejor en un jardín,
o en verdes campos silvestres,
mientras son polinizadas
en un ciclo que parece Eterno
pero que se transforma en el Tiempo.
Que no se hicieron para tí
aunque goces del perfume
que les otorgó la vida
prácticamente sin proponerlo
en un fino giro del Destino.
Y si me pides que te cuente lo que guarda mi corazón...
déjame un tiempo con tal de mostrarte las piezas.
Ten por seguro que en ellas habrá flores...
y que nunca llegaron a estar marchitas
ni que necesitaran de abono.
Estas brotaron en algún cuento
que te conté con tal de que te durmieras,
pues las palabras no entienden de límites.
Será que los mejores regalos suelen ser recuerdos...
y con ellos la Luna reflejando esperanza.
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