AL VOLVERSE UNA CRIATURA DE LA NOCHE
Volvámonos Hijos De La Noche.
Que veamos el sonreír de la Luna
al ser atravesada por nubes
en su presidir del firmamento.
Seamos Los Testigos De La Noche.
Seres leídos en una novela
por la que atraviesan horizontes
buscando calentar su corazón.
Vampiros o licántropos, hechiceras...
criaturas de lejanos linajes
en busca del porqué de lo humano.
Seres descritos en múltiples leyendas
pretendiendo darles a conocer
pues lograron conservar su calor.
De vez en cuando, sólo de vez en cuando,
caminaríamos bajo las luces del día
y, después, a quien lo decidiera libremente
le mostraríamos los secretos de cada noche
sin pretender presentarles un milagro.
Entonces, cuando el viaje hubiera terminado,
aquel de los días su magia nos mostraría
con tal de complementar ese sentir latente
que puede quedar vacío con una sola parte
si no fueran descubiertos ambos mundos.
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