LA FIGURA DEL ORADOR INCANSABLE
Decía que rezaría por tí.
Curioso, porque no crees en Dioses
y él tampoco es partidario.
Decía que elevaría la plegarias
más allá del límite del Cielo,
pero tenía tapados los ojos
con vendas; y el corazón de su alma.
Decía que con amor te cantaría
sin la necesidad de una canción,
pero tenía sordos los dos oídos
y no alcanzaba a ver nota alguna.
Decía que lloraría por tí.
Curioso, pues no siente emociones
y en disfrazarlas es maestro.
Prometía quitarte los fríos
cuando su piel se erizara,
pero nunca alcanzó a sentir
esa sensación latente
en el invierno y sus meses.
Prometía detener los ríos
cuando su agua desbordara,
pero se dedicó a construir
una multitud de embalses
que frenarían los afluentes.
Y tenía, también, una armadura inoxidable
completamente oxidada
disimulada por el brillo del oro.
Pero este no podía brillar,
por lo que esto tuvo que disimularlo.
Con tal fin uso diferentes ungüentos
que lograron su voluntad.
Tenía, también, el don del orador incansable
capaz de usar la palabra
sin que el personal se sintiera embaucado.
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