LA CANCIÓN DE LA FLOR
Late el corazón
de una flor
bajo las estrellas.
Sus pétalos
se mueven
al son de la brisa
que sopla
suavemente.
Y parece rezumar
toda su esencia
al son de la mañana.
Late, entonces,
el corazón
de una flor.
Se escucha
su latir
en la distancia.
Es fino,
pero constante.
Le ayuda el eco
a llegar
a lugares
lejanos,
y cercanos también.
Es brillante
el espesor
de su Don.
Y brilla
sin partir
de la abundancia.
Su calor
es imponente;
es aguacero
que cura
los lugares
que secos
se vuelven presentes.
Es una canción
de calor
a la mañana;
al invierno
que cede paso
al saber
de la primavera
que canta
suavemente.
Es flor de la mañana
que con su gracia
las estancias colorea.
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