UNA CADENA DE COLORES
La simple belleza
de los mil colores
que están emanando
son la calma total
en las tempestades
de este basto mundo.
Toda esa cadena
con pequeñas partes
resulta ser todo
lo que hallamos fuera
en nuestro bagaje
siendo parte de ello.
La visceral unión
de pequeñas luces
que suele realizar
los constantes cambios
sin casi notarse
en su trayectoria.
Reluce, por tanto,
un escaparate
sin valor material…
pero el contenido
resulta el afluente
de toda fortuna.
La fortuna en celo
entre sus paisajes…
ratos de locura
en el equilibrio
sobre un fino cordel
sintiendo la altura.
Toda la cordura
que nos resplandece
bañado en lo loco
de toda su fuerza
mientras se aparece
a cada momento.
Así nos movemos
de forma constante
sin casi apreciar
el fino círculo
que nos ha de envolver
con esa cadena.
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