LA BANDA SONORA
Suelen decir que cada instante
de nuestra vida de una canción
se vale como banda sonora.
En ella hallamos los olores
con que fue vestida la pasión
al relucir esas experiencias.
Podría ser que no haya notas,
quizás melodías tampoco.
Que el olor sea una caricia
en el dolor que se expone.
Con las alegrías y penas
avanzamos el camino.
La canción se nos expresa
en todos nuestros instantes.
Es como abrir la página
que antiguamente se leyó.
Suena siempre la tonada
con la que acompañada fue.
Y cuando lo nuevo aparece
lo será mediante otra canción,
también sus correspondientes dudas.
¿Tal vez podría yo
reflejar algún haiku
en este otoño?
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