LA COMÚN NATURALIDAD
La Intervención Divina
como metáfora de la Manipulación.
La Mísera Comedia
que Dante no plasmó.
Esa Divina Poesía
como la Simiente de la Enajenación.
Una frondosa sombra
que sirve de motor.
Una selva inexpugnable
cuyos artificiales métodos
a la hora de ser edificada
se reflejan en su latir
hueco y sin la vitalidad.
La escena que mana sangre
a través de los dientes del lobo
convertido en cervatillo triste
mediante la aversión más gris
que todo eso mismo adorna.
Campo de Batalla Eterno
en el que los que guían la Contienda
se ocultan entre Las Sombras
con su verdad como auspicio
y manipulan como títeres
incluso a niños desde su interés.
Tierra de lo Placentero
si se es afín entre su castidad
que rige todas las pautas
en orden esplendoroso
a la vez que dulcifica un valle
en las duras laderas de un monte.
La Intervención Divina.
La Mísera Comedia
de los Hombres y su Razón
que repica esplendorosa
en el Mar de la Confusión
disfrazado entre la Calma.
La Intervención Divina.
La Mísera Comedia
en que lo único Divino
resulta ser la Ignominia
sobre la que gira el mundo
en común naturalidad.
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