LA MAGIA ESCULPIDA
Quizás un lápiz, un bolígrafo, un pincel...
sean una extensión de la persona
que busca expresarse mediante ellos...
aunque fuera de una manera inconsciente.
Con ellos no necesitan de palabras
con tal de sacar sus miedos interiores
o lo habido bajo su corazón.
Y no será que estén relegando
las miles de palabras que les construyen,
sino que necesitarían de otras formas.
Quizás hasta cada cosa que no se ve...
pero que es intuida por sus almas
incluso cuando no creen en un Dios...
ni en los aspectos que son espirituales.
Será que el escultor
trabaja la piedra
con esa misma magia que nace
de cada corazón
que abre la ventana
de lo habido más allá de su alcance.
Será que el corazón
esculpe la magia
mediante formas que desconocen
los que son del credo
de la simple creencia
de aquello que con sus dos ojos ven.
Pero, por suerte, su goce
también alcanza a los que no ostentan
el fértil don
de la pasión
que en ello se nos ofrece.
Y sin ser cuestión de suerte...
pues con sumo deleite disfrutan
de la Creación
de algún otro
que en ello vertió sudores.
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