LAS FUENTES DE LOS SUEÑOS
Bebo de la fuente de mis sueños.
Y ojalá nunca terminen.
Será que por ello no creo en las navajas,
mucho menos en el rugir de las bombas
al ir impidiendo beber
los sueños al irse estos secando.
Son sueños de mi propio camino.
Espero que nunca cesen.
Será que por ello no creo en las fronteras,
mucho menos en el negocio que brota
al ir convirtiendo gentes
en la mercancía de su mercado.
Y sí, también creo en el amor
y en el calor que en él vibra.
Además, es capaz de montañas mover
sin necesidad de alterar los paisajes.
Será que no creo en los que adjudican
las personas a tener al lado
argumentando que es lo que más conviene.
Será porque estos en contrarios convierten
a las mismas aguas de los lagos
que calman la sed de las personas.
Y no, menos creo en el rencor
ni en esos que lo alimentan.
Y es que estos pueden las montañas deshacer
mientras van forjando paisajes inertes.
Bebo de la fuente de mis sueños.
Y a nadie estos le competen.
Así que no los censuren,
porque no vendo ningún discurso.
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