EL FUEGO QUE LLEGA A NUESTROS DÍAS
Desde lo profundo y misterioso
dispone el fuego sus raíces.
Con la luz que da en las noches
en el ir abrigando las almas.
Mediante él se inventaron los cantos
que acompañaban los bailes
disfrazados de los trances
que alimentaban los corazones.
Estos les cantaban a la Luna
mientras les sonreía con el dulce esmero
de quien ve germinar un huerto con flores.
No necesitaban dar pasos de gigantes,
sólo tener la paciencia del encanto
que logra que florezca la magia.
Magia con el color de la llama
que además de calor regaba cobijo
en los que fueron unos cansados seres.
Gentes que disponían de lo Humano
al reflejo de una sangre
que llega a nuestro vórtice
que llamar solemos la Época Actual.
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