LAS HUELLAS VIVIENTES
Eran sus manos unas de las cansadas,
de las que los tiempos reflejan su paso
como si fueran unas huellas vivientes.
Esto se podía notar también en su piel
y los mirares cansados de sus ojos.
En ocasiones, echaba la vista atrás.
Tal si quisiera revivir el camino
que una vez hubo caminado mucho antes
hasta alcanzar todo su mismo presente,
aunque sin querer repetir un círculo.
Eran dulces sus recuerdos,
aunque algunos de lo amargo fueran.
Y no, no eran cosas de la vida...
Y mucho menos que esta fuera así.
Pues sino tendría un Destino
que, per se, invalida la Libertad
hasta en el candor del acto de amar.
Por ello, no es que la vida sea así.
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