UN ABARCAR CONSTANTE
Regreso a la poesía.
Puede que sin un motivo alguno,
pero regreso a la poseía.
Aunque me haya dado por escribir
a las tantas de la noche
regreso a la poesía.
En mi mente rondan mil historias,
aunque estas no pueden compararse
a lo loco que parece estar el mundo.
Aunque, igual, sólo ha levantado su telón
y, al final, disponemos delante
lo que se ocultaba tras la tela.
Regresa la poesía.
Quizás no tenga ningún motivo,
pero regresa la poesía.
Puede que quiera volver a latir
mientras empuja la sangre
de la misma poesía.
Aunque puede que nunca se fuera,
que siempre estuviera ahí
guardando los "por tí"
y cada círculo de los viajes.
O puede que nunca se quedara,
ya que su dulce fluir
mana en un existir
cuyo abarcar resulta constante.

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