¿QUÉ ME DICES? ¿QUÉ ME CUENTAS?
¿Qué me dices de perderte?
Pero no en la vida,
sino de bucear sobre ti mismo
a la par que andaras el camino.
¿Qué me dices de pensarte?
Pero no en la duda,
sino de bucear en tus sentidos
con tal de disfrutar lo vivido.
¿Qué me dices? ¿Qué me cuentas?
¿Dónde guardas cada paso
o los tienes olvidados?
Cuenta qué sientes al despertarte
y si, entonces, te da por ducharte.
¿Qué me dices? ¿Qué me cuentas?
¿Dónde guardas lo olvidado
si no vive en tu corazón?
Dime qué sientes al abrigarte
y si, entonces, te da por callarte.
¿Qué me dices? ¿Qué me cuentas?
¿Dónde guardas lo sentido
si no ruge estando mudo?
Dime qué sientes al quererte
y si, entonces, te da por mecerte.
Qué será lo que te guardas
como si fuera un verdadero tesoro
que sólo tú alcanzas a comprender.
Qué será lo que atesoras
como si fuera un auténtico milagro
que sólo tú alcanzas a guarnecer.
¿Qué será lo que dices, y lo contado,
sin números ni palabras?
¿Qué será lo que dices, y lo contado,
sin las canciones fijadas?
¿Qué será lo que dices, y lo contado,
en los calores de tu alma?
¿Qué será lo que dices, y lo contado,
al fragor de tus batallas?
¿Qué será lo que dices, y lo contado,
cuando asoma la mañana?
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