EL IMAGINAR QUE LAS CARRETERAS SE DESGASTEN
Si, por lo que fuera,
las carreteras se desgastasen
dando lugar a bosques profundos...
¿quién no disfrutaría
de la sombra dada en los árboles
donde antes gobernaba lo árido?
Si el caso se diera...
y un río seco volviera a llenarse
dándole frescura a su alrededor...
¿quién no le cantaría
a las maravillas que produce
ese lugar con las flores en flor?
Pero, mientras tanto,
y como es algo grato imaginar,
podemos pensar en unos verdes valles
hasta el momento de poder visitarles.
Y si se da el caso,
podemos plasmarlos en pintura
o, quizás, en unos poemas que desgranen
toda la magia que tras ellos se esconden.
Podríamos hasta sentir sus brisas
con el simple hecho de imaginarlos.
Incluso hasta palpar sus caricias
con el redondo hecho de pensarlo.
Tal vez... hasta podríamos alimentarnos
de su misma esencia
como si de un dulce néctar se tratase.
Quizás... hasta lleguemos a deleitarnos
por su misma calma
como si de un pleno trance se forjarse.
Puede que.. hasta que tuviéramos que reírnos
por su misma gracia
como si de un rudo chiste se contase.
Incluso... hasta llegaríamos a dormirnos
por su misma nana
como si de un cuento de mayores fuese.
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