HAY NOCHES Y NOCHES

Hay noches en las que saboreo el frío.

La música no me abriga,

mucho menos la fatiga.

No es que los besos me falten,

ni que el edredón sea lastre.

Hay noches en las que disfruto el frío.

Ahí la música me abriga,

mucho más aún la fatiga.

No es que la "birra" me bese,

pero resulta agradable.

Brindo por las noches que me desperezan.

Esas en las que el Sol aparece

queriendo saludar a los noctámbulos.

En ellas, la imaginación se desnuda

sin ningún miedo a sentirse pudorosa.

En ellas, las almas parecen ser armas

que olvidaron su fatua naturaleza.

Por las noches que me desperezan brindo.

Esas en las que la Luna sonríe

porque no cobran por sentir su presencia.

Son noches guardadas con cariño

sin que corra la vanidad

y menos aún la avaricia.

Son noches llenas del sinsentido.

Son las noches en la luz bañadas 

que rezuman el encanto

sin pretender ser mostrado.

Son las noches mostrando sus almas.

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