La historia del porro que se fumó sin darle importancia (XI)
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Cuando salieron del cine encendió un cigarrillo. Lo hizo en el pórtico de una de las entradas que daba al edificio. Observó a su alrededor y vio la puerta del "karaoke" que había enfrente. Aquel al que tantas veces había ido cuando las horas de la noche avanzaban y ya estaban un poco "pasados". Berta estaba a su lado. Ella hacía lo mismo, sólo que lo que esta fumaba era un pitillo de los que son largos y finos. Solía comentar que los disfrutaba, algo que no le pasaba con los "normales" mientras hacia el gesto que indicaba que lo entrecomillaba.
- ¿Qué te ha parecido la película? -, le preguntó.
- ¿Qué quieres que te diga? Su ritmo me ha parecido extraño; por momentos me resultaba demasiado lento, hasta pesado. Pero después de terminar creo entender el porqué de ello. Sobre todo por la forma en la que presenta la evolución de los personajes.
- ¿Y eso por qué?
- Porque le da más importancia a la historia que a ellos; es como si siendo una película biográfica tratara de dejar eso de lado con tal de centrarse en el contexto histórico. Como si únicamente fuese una excusa para reflejar aquellos días.
- Algo me dice que vas a decir que cumple su cometido.
- Sí. Además, me ha parecido curioso el hecho de que bajo un trasfondo ateístico juegue con una Santísima Trinidad. Da la sensación de que quiere dejar plasmado que el lugar de esta la ocupan otros. En su caso el marxismo, lo freudiano y la filosofía de Nietzsche.
- Ya, incluso habiendo alterado algunos aspectos de lo que realmente habría ocurrido.
- Sí, podría ser así. Pero es una película, lo que realmente sucedió tendremos que estudiarlo ahora, si es que no lo hubiéramos hecho antes. De todas formas, pienso que el mensaje está bastante claro, aunque, en el fondo, estemos aquí para pasar un buen rato.
- ¿Y si vamos a tomar algo? Conozco un sitio bastante tranquilo. Está cerca de aquí y podemos seguir hablando de ella.
- Está bien. Pero espera un poco. Que nos de un poco el aire después de estar ahí encerrados.
- Menudo "tiquismiquis" estás hecho.
Se rieron de buena gana y acabaron de fumar antes de ponerse en marcha.
***
El camarero les trajo las bebidas. Para él era la cerveza. Ella pidió un whisky con hielo. Además de una botella de agua que estuviera fría. La iría echando poco a poco con tal de rebajarlo.
- ¿Sabes? Lo que más me ha impresionado es la aparente evolución de Najwa Nimri. Parece hacerlo hacia una comprensión de las necesidades de su hija, pero en el fondo no deja der ser el reflejo del análisis de cómo va avanzando su personalidad. Al ver que no la puede controlar, que no la puede manejar y hacer de ella lo que quiere, finalmente, pasa lo que pasa.
- Ya, ¿y qué me dices de Hildegart?, - le planteó Berta.
- Al principio parece un robot. Una marioneta moviéndose bajo los hilos de Aurora. Pero no tengo claro que el aflorar de su humanidad se deba a buscar respuestas por sí misma, la influencia de Abel o la rebeldía propia de la edad del pavo. Quizás sea una suma de todo, pero el descubrir que hay vida detrás de las paredes de la mansión en la que vivían, detrás de las faldas de su madre, muestra un auténtico "shock". Y eso queda muy bien plasmado. También cómo se derrumba Aurora al saber que ya no puede controlar todo. Quizás por eso la asesina formando una Trinidad atea.
- Y egoísta.
- Sí, todo lo que había construido no era más que egoísmo, un narcisismo si lo prefieres, disfrazado de una solidaridad socialista que, en el fondo, sólo buscaba guardarse de sus propios miedos a la soledad.
- Y al fracaso en lo que se refiere Pepito.
- ¿Un fracaso? Si su madre le quitó la tutoría...
- Para ella fue un fracaso. Y verlo después en semejantes condiciones más todavía. Eso lo empujó a acabar con su experimento más personal: el saber que había fracasado y por ello defendió que sus acciones fueron por el bien común.
- Ya, creo comprender. Me la estás poniendo como si fuera la madre de Jason Voorhees.
- No, la estoy describiendo de la forma en la que hubieran actuado las madres de Norman Bates y Francis Dolarhyde si hubieran descubierto que su intento por moldear a sus vástagos hubiera fracasado. Ellas murieron, pero tuvieron éxito en su cometido.
- Ello sin el componente de la eugenesia.
- Sí y no. Aurora la tenía presente. Incluso es una apuesta por ella. Las otras, simplemente, quieren moldear según sus puntos de vista. Aunque, en el fondo, es lo mismo.
Se quedó pensativo. "¿Y qué tiene que ver en todo ello el papel del director del periódico, el de Pepe Viyuela?", soltó de repente.
- Una ruptura.
- ¿Una ruptura?
- Sí, e inconsciente. Él la hace ver que puede seguir su propio camino y ganarse la vida. Que los dictados no la llevarán a ningún lado, aunque en un principio no tenga fé en ella. Y en eso radica el eje central de la pelicula. En la fé. En ella señalando un norte, pero también mostrando los nefastos efectos de su lado extremo y fanático. Aunque en este caso sea hacia el ateísmo. El ateísmo cristiano, en concreto.
- ¿A qué te refieres?
- Pues a que, si te fijas, niegan el cristianismo, la religión. Pero no de su cultura. Y ello es llevado a limites insospechados. Al no honrar Hildegart a su progenitora recibió un castigo justo y merecido. O por lo menos de esa manera se podría resumir el pensamiento de Aurora.
En ese momento se creó un extraño silencio. Dio un trago a la cerveza. Después otro mientras Berta vertía un poco de agua en el whisky. Bebió la copa de trago y le miró directamente a los ojos. Este se mordió el labio inferior. Estaba rumiando lo que acababa de escuchar. "¿Salimos a firmar un cigarro?", le preguntó. "Acabemos los tragos y demos una vuelta; entonces podrás seguir pensando en lo que acabamos de comentar". Asintió con la cabeza.
***
Al salir del local volvieron a encender un par de cigarrillos. "¿Sabes? En realidad, si no me equivoco, la persona que crió a Francis Dolarhyde fue su abuela, no su su madre", comentó Berta mientras miraba el escaparate encendido de una tienda cerrada que tenían delante.
- No he visto la película, ni tampoco he leído el libro. Creo que es de "El Dragón Rojo", pero aunque fuera su abuela no cambia nada. Lo que me quieres explicar ha quedado bastante claro. Me valía con el ejemplo de Norman Bates.
- Ya, ¿y qué quieren mostrar con la estatua que va haciéndose pedazos poco a poco?
- No lo tengo claro. Pero cada vez que aparecía era justo en el momento en que se tambaleaba algo de los planes de Aurora. Parecían las punzadas que recibía su corazón, en caso de que los tuviera.
- Y lo tiene, pero a su manera. ¿Sino por qué le iba a enseñar a descubrir su cuerpo con tal de que expusiera la sexualidad? En el fondo, Hildegart no deja de ser el producto de un capitalismo frío e impersonal que es combatido de la misma manera. Combatir algo con las mismas armas, incluso siendo estas más artificiales aún, no puede traer nada bueno. Por mucho que el papel de Najwa se escude en el bien común.
- ¿Por eso también elige a un cura como padre de Hildegart?
- Sí, es la máxima afrenta a todo aquello que odia. Pese a que todo el contexto que la rodea sea el lado más intransigente de la religión. Aunque esta esté excluida. Sus patrones a la hora de actuar son los mismos. Sólo quita el concepto religioso y deja el de fé disfrazado con otras ropas.
- Por eso la importancia del traje del baile...
- Eso es... la ruptura de Hildegart no se da con sus acciones, sino por el color del vestido. Es rojo. Antes todo era negro. Incluso usando algo de ese color no tendría el mismo significado. La ruptura no hubiera existido, lo que habría habido hubiera sido un continuismo, pues representaría la ruptura con Abel y el mundo que le abre.
- Comprendo...
- Entonces, ¿qué me dices de esa forma de usar el lenguaje cinematográfico?
- Que es mucho más complejo de lo que parece.
- Date cuenta de una cosa. Las pintadas que hacen en la puerta de su casa presagian en todo momento el trágico final que acontecerá. Incluso en la forma en que sucederá. Por eso se ve que lo hacen niños. Ellos tienen, dentro de lo que cabe, la vida propia que se les presupone, Hildegart no. Al final, la desgracia es que aquello que Aurora pretende combatir es lo mismo que ha creado. Sólo cambia la naturaleza.
- ¿Tomamos un trago más y nos vamos a casa?
- ¿A la tuya o a la mía?
- Me da lo mismo.
- Ok, por cierto. ¿Sabes quién es David Saavedra?
- Creo que es el que escribió un libro de cuando fue nazi.
- Sí. Maneja un concepto interesante. El de la Burbuja. Explica que cuando uno está en ese mundo ve al resto desde la perspectiva de una burbuja. Imagina. Todo lo que sabes lo sabes partiendo de la literatura nazi. Hasta lo que sabes de marxismo. Pero cuando lees algo propio de ello te das cuenta que todo lo que sabías era erróneo. Y tu mundo se derrumba. Hildegart tenía el apoyo de Abel. Pero Aurora seguía en esa burbuja. Con las sectas pasaría lo mismo.
- ¿Estás diciendo que un análisis con la Burbuja mediante podría valer para la película?
- Sí, pero es algo que lleva su tiempo. Igual que la reflexión de Saavedra. Después de tanto tiempo comenta que aún sigue teniendo retazos de ello. Deberías ver sus vídeos y entrevistas. ¿Por qué el nazismo triunfó? Porque tenían una maquinaria de propaganda extraordinaria, posiblemente la mejor que ha existido en la historia. Imagina a Goebbels y Hitler. Incluso a Gregor Strasser antes de pasar por la piedra. ¿Qué proponían? Nada, sólo respuestas fáciles y ninguna solución ante los problemas, a no ser que fuera el de los judíos, claro está. Y así acabaron esas dos secciones a pesar de que Goebbels se pasara al lado de Hitler. Lo que Saavedra vio es que las respuestas que hasta un momento dado tenía no servían. A Hildegart le pasó lo mismo, y Aurora no permitió que su obra se saliera de su camino.
- Me estás dejando loco. Me va a estallar la cabeza.
- Vale, ¿nos tomamos algo en ese garito de ahí?
- No he entrado nunca. Pero adelante.
- ¿Cuándo vas a ver "Candilejas"?
- El día en que asimile todo lo que me acabas de contar.
Rompieron en carcajadas y se dieron un abrazo. Siguieron caminando hasta la entrada del local. "Espera, vamos a fumar un cigarrillo antes de entrar", soltó Berta. "Sin ningún problema".
- Espera. ¿Te acuerdas del "Asedio de Waco"?
- Sí...
- ¿Lo que pasó con los seguidores, que se quedaran ahí durante todo el operativo, entraría dentro de lo de la Burbuja?
- Eso es, además de ser también un ejemplo del Síndrome de Estocolmo... Es, por decirlo de alguna forma, la reafirmación de unos planteamientos cuando uno está radicalizándose y la creación de un romanticismo cuando ya se está radicalizado. El darte los argumentos necesarios con tal de mantener una posición... Me refiero a lo de la Burbuja...
- La que se lió durante aquellos días...
- Ya hablaremos luego de ello... venga, entremos...
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