LAS VICISITUDES DEL CAMINO
Si el camino se desgasta...
se puede hacer otro nuevo
o tirar de aquellos otros
que duraron a través de las edades
sin que en ellos el tiempo se les notase.
Si el camino se acabara...
podrías coger uno nuevo
o tirar de alguno viejo
a la par que se le confiere otro traje
con el cual continuar el kilometraje.
Si resulta que se nos gasta el camino...
se puede dar un paso atrás
con tal de recobrar fuerzas
mientras damos dos hacia delante.
Si parece que nos atrapa el camino...
siempre se puede contemplar
lo que sus orillas guardan
con tal de aligerarnos su lastre.
Y sí, muchas veces se gasta el camino...
pero quedan esas flores que crecieron
en sus márgenes con su dulce fragancia.
Y sí, muchas veces nos cansa el camino...
pero resuena ese latir del corazón
que nos empuja con su fuerte elegancia.
A veces el camino nos pierde,
pero siempre tiene una salida...
aunque no llegáramos a verla.
A veces el camino se tuerce,
pero siempre dispone de metas....
y estas desean poder ser cruzadas.
A veces el camino nos puede,
pero siempre tiene de la calma
un aliado con el que transitar.
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