ERA UNA TIERRA CURIOSA
Era una tierra con verdes bosques
y ríos de aguas cristalinas
cuando a las noches la Luna era bálsamo.
El Sol resultaba ser brillante
y gozozas cada sombra
de los árboles extendiendo sus troncos.
Crecían con fuerza las flores
por las que danzaban las abejas
en un baile con un compás dado
por lo que otras hubieron volado.
La hierba resultaba verde
a la vez que sentíase jugosa
al paladar que les daban gusto
por lo fresca que parecía serlo.
Danzaban, corrían... hasta saltaban
los animales en sus lindes extensos.
Cantaban, se reían... hasta jugaban
los seres sin la mínima preocupación.
Hasta los fuegos, hasta los mismos fuegos
se presentaban mediante las armonías
sin ser una voz de los desastres
por el cual después llegan a emerger
nuevos y diferentes paisajes.
Hasta los silencios, todos los silencios
presentaban una música con gracia
que concedía voz a los lugares
que esta misma llegaron a perder
por alguna acción más que salvaje.
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