SI EL OJO GASTARA SU EGO
El ojo que todo lo ve,
ese que comentan que nunca se cansa,
oyó hablar de las excedencias ¡qué raro!
Lo hizo para seguir observando
sin tener que desgastarse
ante lo que le supone
hacerlo desde la profesionalidad.
"De esa manera pierde su encanto",
afirma sin inmutarse
desde su autoconvencerse
de estar labrando el bien hacia la humanidad.
Afirma que no pretende agrandar su ego.
Que sólo desea dejar una semilla
a la que otros verán crecer.
Y es que aquel, su ego, ya alcanzó
su apogeo hace ya tiempo atrás.
Ahora sólo tiene que darle de comer,
o mejor aún, mantenerlo.
También tiene que regarlo
con buenas acciones, cantar
sobre la empatía con la que las comete
partiendo de su corazón.
Es su afán de no pretender nada
viendo cómo se fortalece su imagen
al servirle de sustento
en su intento de alcanzar la fama.
Esta se vuelve consecuencia directa
de los actos que comete,
algo con lo que debe tratar de lidiar.
"Es, al fin y al cabo, la mas clara señal
de que el éxito se vuelve
en el doble filo del arma que empuñas".
Una consecuencia que desdeña
ya que más de una vez llegó a detenerle
en levantar sus proyectos
sin querer hacer brillar su aureola.
Pero no, tampoco pretende eso.
Dice no pretender nada
¿Sino por qué tendría que actuar así?
"«Así»... ¿Qué significa? ¿Hay un «así»?
Le reitero que no hay nada...
Pero muchas gracias por su atención".
prevencionintegral.com |
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