EXISTIRÁN LOS ÁNGELES, PERO NO LOS SANTOS

No, no digas que los ángeles existen.

Lo sé muy bien. Mi corazón

tiene un rincón hacia aquellos que conocí.

Además, mis cicatrices son tatuaje

que continúa mostrándome su luz.

No, no me pidas que cómo son te cuente.

Si puedes... describe el amor.

Adelante, sabes que te engañarás, sí.

Pareces tener un libro de instrucciones

escondido en el fondo de algún baúl.

No, no me pidas que cómo son te cuente.

Menos el porqué de que los quiera

cuando pretendes ser lección

en el cómo habrá que hacerlo.

No, no digas que los ángeles existen

si alguna ocasión quisiste alguno

y le guardas rencor por su partir.

No digas que las cosas son así.

Que entonces hay que construir un muro

porque no te pudo alcanzar a comprender.

No, no me pidas que cómo son te cuente

si no comprendes la fraternidad

en cogerse de la mano

aún al estar alejados.

No, no me pidas que cómo son te cuente.

Ni mentes que mi alma se lastima

al pertenecer a un santo

que se recrea en el pasado.

No, no digas que los ángeles existen

tratando de llevarme a tu lado

con la excusa de enseñarme a vivir.

No digas que las cosas son así.

Que en esta vida hemos de ser duros

y que tú eres el que otorgará la llave.

No, no me pidas que cómo son te cuente

si no supiste apreciar el alma

del que te agarró la mano 

y tildas de sarpullido. 

No, no digas que los ángeles existen.

Y mucho menos me llames santo

porque de esos hay bastantes muchos

guardando en su corazón a los ángeles.

No, no digas que los ángeles existen.

Y mucho menos nos llames santos,

pues no vaya a ser que nos lo creamos

y terminemos borrando a los ángeles.

"Un mundo". Ángeles Santos (arteyalgomas.com)