Cuando el camuflaje va más allá de la realidad
Lo pueden usar para que no les vea ni usted mismo
tenor.com
24/IX/2020
PUBLIRREPORTAJE (Parodia)
Son tiempos duros para la lírica. Y si nos versamos de esta forma metafórica es porque tenemos la intención de describir la época que atravesamos con tal de proponer un ejercicio de imaginación. Pero no, no nos estamos refiriendo a la pandemia declarada después de la aparición del SARS-CoV-2. Tampoco al virus del Nilo que anda pululando por las tierras peninsulares. Ni a la guerra (aunque esté relacionado con ella).
Se trata, más bien, de explicar los nuevos equipamientos desarrollados para poder practicar ese juego social que se suele disfrutar durante la infancia. Nos referimos, nada más y nada menos, que al escondite. ¿Y por qué lo relacionamos con la guerra? Porque está directamente conectado a la modalidad de guerrilla. Un solo individuo debe eliminar a una ingente cantidad de enemigos con los que ataca el equipo contrario.
Él está solo y debe detener a todos ellos a sabiendas de que en cualquier momento alguno puede accionar el "botón rojo" y salvar a los demás. Por eso, cual Rambo en 'Acorralado' se tratara, debe exprimir todo su ingenio y habilidades con el proposito de derrotarles. Y por esto mismo, con los más de 65 años que lleva 'Play War' desarrollando este tipo de juegos, queremos presentarles la nueva ropa de camuflaje que hemos ideado.
No sólo le servirá al que le toque luchar contra todos los demás. Estos mismos podrán beneficiarse de este instrumento a la hora de derrotar al sublevado que no quiere atenerse a las normas impuestas por ellos. Tenga o no tenga razón. Así es el juego de 'El escondite Guerrillero'. Con este mecanismo de defensa, además de evitar al enemigo, también pasarán una agradable velada.
Y, además, el traje lleva un mecanismo de detección vía GPS con el cual podrá localizar a insumisos, objetores de conciencia y pacifistas. En esos momentos podrán hacer piña con el enemigo y aniquilar el Talón de Aquiles que tienen en común. Y si esto fuera poco, también podrán suprimir el Servicio Militar Obligatorio con el que profesionalizarán el Ejército y lograrán negociar libremente en el mercado de armas con lo que contribuirán al sostenimiento de uno de los nichos mercantiles que más está en expansión en estos momentos; por encima, incluso, de la Sanidad o las Causas Humanitarias.
Es, por lo tanto, un juego imprescindible en las más tiernas infancias. También hacia la edad adulta, ya que este sutil pasatiempo conseguirá aunar sentimientos en torno a un bandera que hará prácticamente invencible a cualquier nación que quiera seguir manteniendo su hegemonía. Y, por supuesto, en aquellas que se quieran emancipar de la que las subyuga. ¡Ya saben lo que tienen que hacer si desean ser ciudadanos de primer orden y como Dios manda!
Llamen ahora al número que aparece al fondo de la pantalla de su televisor o entren en nuestra página web (www.warplay.com) y disfruten desde ahora de esta nueva experiencia. Y recuerden: también lo pueden usar para que no les vea ni usted mismo.
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