Unos cromos, un abrazo y una sonrisa
Una joven explica qué pasó tras regalarle unos a un niño que sufría "bullying"
cidie.es
¿Se han fijado alguna vez en lo curiosa que puede ser la memoria? Hace unos días, y debido a alguno de los algoritmos que pululan por las Redes Sociales, vi un vídeo que me llamó bastante la atención. Pero, por lo que sea, mi cerebro lo archivaría en una de sus carpetas. Da la casualidad que estando el otro día en el metro lo recordé de nuevo. Un niño que daba vueltas alrededor de una de las barras de agarre fue el detonante. Y ayer mismo, la escena de unos chavales con unos cromos hizo que rememorara el documento.
Como verán (o leerán), todo ello tiene en común a los infantes. A esa época de nuestra vida que todos habremos pasado y que la mayoría de la gente coincidirá que son los días de la excelsa inocencia: fantasía e ilusiones. Por ello nos puede llegar a chocar bastante que en nuestra sociedad un crío no de muestras de cariño. Que no exprese una sonrisa. Y en muchos de ustedes los cromos habrán tenido gran importancia en aquellos pasos que dieron. Este es otro punto de unión en la publicación de la tiktoker @sotirules. Son pocos más de tres minutos cargados de pena.
Y estas parten de lo siguiente. De cómo con un simple gesto se puede conseguir que un niño "de entre 5 y 7 años" de un abrazo después de dos calendarios porque sufre "bullying" en el colegio. Tras esto, el crío se puso a llorar. Por lo que relata, y en un principio, Lorena no entendía la situación. Sería entonces que la madre, y tras decirle a este que fuera a jugar con su hermana con los cromos, le explicó lo que sucedía. En ese momento las dos habrían roto en lágrimas. Además, ella misma había padecido ese tipo de violencia en su etapa escolar.
Todo comenzó después de hacer las compras. La tiktoker explica que, tras realizarlas en una conocida cadena de supermercados, le regalaron tres sobres de cromos de fútbol. Y claro, tal y como supondrán, no los colecciona debido a su edad. Por ello, y después de tardar un poco en meterla al coche, vio a dos niños que habían estado después de ella en la fila de la caja. Estos estaban sentados en un bordillo jugando con los que habían recibido. Imaginando que al llegar a casa tiraría los suyos a la basura, decidió regalárselos.
Fue tras dárselos que el niño le dio un abrazo y comenzó a llorar. Se trató de una situación que, tal y como hemos comentado antes, Lorena no alcanzaba a entender y que la madre del chaval tuvo que explicarle. Pero es que esta también rompió a llorar. "Mi cara era un «puto» poema, describe la influencer. "No te imaginas lo que significa el gesto que mi hijo acaba de hacer hacia tí", asegura que le dijo. Aún sin alcanzar a comprender lo que pasaba, la progenitora habría proseguido. Y es que llevaba casi un par de años sin ver gestos de cariño de su hijo hacia desconocidos "porque en el «cole» le hacen «bullying»", revelaba Lorena.
Rompiéndose en ese momento a llorar, le dijo a la madre que lo había hecho "con todo el cariño del mundo". Además, se sintió "afortunada" por lo sucedido. Aunque seguía preguntándose si podría haber sido la bondad o el cariño que le hubiera trasmitido, afirmaba que cómo era posible que "en pleno siglo XXI" sigan sucediendo estas "mierdas" en los "puñeteros colegios". Asimismo, explicaba que no comprendía a los padres, tutores legales "o quien quiera que vivan esos niños" que no enseñaban respeto. Y cargaba contra los colegios afirmando que no hacen nada "por darles una mejor educación a estos niños".
En definitiva, se trata de un conmovedor testimonio que debería empujarnos a reflexionar. Sobre todo en cómo pueden afectar esas ambientes a los niños y en el futuro adulto que serán en el día del mañana. En si eso se arrastrará posteriormente con los consecuentes traumas puede generar. ¿Pudo tener ello que ver en que Lorena acabara jugando en las casas de apuestas? Y es que con apenas 20 años, allá por 2019, relató su experiencia a Freeda Es. "Creo que es una adicción en la que la gente no es consciente de que tiene una adicción", señalaba a la par que explicaba que era fácil ocultarla. De hecho, su padre se habría enterado el fin de semana anterior a que fuera grabado el testimonio.
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