Una reflexión sobre los vídeos de gatos y pepinos

La impresión sufrida les puede dañar al corazón debido al estrés generado

petforever.mx

15/I/2020

Si tengo que describir mi primera reacción al ver el vídeo que viene al final de esta lineas diré que en un primer momento me ha provocado unas tremendas carcajadas. En él se pueden ver a distintos gatos domésticos reaccionando a saltos con tal de escapar aterrorizados de pepinos. Sí, han leído bien: pepinos.

Era la primera vez que veía un video parecido; y mira que hay videos de mininos en internet. Tanto de sus graciosas caras o sus reacciones ante distintas situaciones, ya sean crías o ejemplares adultos. Concretamente, en estos documentos son mostrados cuando están comiendo y se atemorizan al descubrir la pieza de fruta oriunda de la India.

Aunque parezca lo contrario, el gato doméstico es un animal sociable en el que cada individuo presenta una personalidad muy definida. Dos hermanos de una misma camada pueden representar las distintas caras de una misma moneda. Y al igual que otros felinos, son muy territoriales.

Cuando están solos en el hogar, que para ellos es el territorio que les protege y da seguridad, por norma general, hacen dos cosas. La primera es dormir a la espera de los dueños, pues son miembros de su gatería. Entonces se relacionan con ellos, ya sea saludando, jugando o estando a su lado. Lo otro que hacen es vigilar: realizan rondas por su zona y así comprueban que todo esté en orden; también si hay algo alterado o alguna que otra novedad.

Para ellos es muy importante que todo esté en orden. Al tener cada uno de ellos su propia personalidad, y ante los cambios realizados en el hogar, en el salón por ejemplo, un gato puede mostrar curiosidad y volver a reencontrar sus lugares favoritos. Entre estos habría uno fresco reservado hacia el verano y otro caliente al invierno.

Otro ejemplar podría no acostumbrarse o costarle mucho, empezando de esa manera a actuar de forma extraña: escondiéndose, tomando una actitud arisca y violenta, dejando de comer o realizando sus necesidades fuera de su sitio.

Eso mismo pasaría en el caso de un cambio de domicilio, al llegar por primera vez al sitio de veraneo o, incluso, a la hora de cambiar de dueños. Por ello se suele recomendar que los cambios se hagan mostrándoselos despacio y así los vayan asimilando.

A pesar de los miles de años que llevan conviviendo con los humanos, parece que los primeros que los domesticaron fueron los egipcios hace más de 5.000, son unos animales que siguen teniendo sus instintos naturales muy marcados. Una prueba de ello son aquellos ejemplares que, aunque vivan en hogares, salen a la calle a patrullar, aunque, eso sí, siempre con ojo avizor para poder regresar.

Imaginen que les explota un petardo a su lado

Por eso es tan llamativo, y alarmante, el contenido de los videos. Por norma general están comiendo. Y estos felinos tienen muy arraigada la rutina en su día a día. Eso les otorga seguridad. Para ellos uno de los lugares más seguros es el lugar en el que comen o tienen la cesta en la que hacen sus necesidades. Aunque este punto sea uno de sus más vulnerables en la naturaleza.

En esos momentos se relajan. Puede que no se percaten de lo que sucede a su alrededor. Su sorpresa sería mayúscula al darse cuenta de esa cosa nueva que tienen a su vera y antes no estaba. Imaginemos que nos pasa a nosotros. Que explota un artefacto pirotécnico justo a nuestro lado cuando estamos leyendo o viendo la televisión. Puede que ellos asocien el pepino con otro animal que está ahí para atacarles.

Aunque nunca hayan visto otro animal que les pudiera agredir. Es puro instinto. El shock puede ser tal que puede que no quieran volverse a acercar a ese lugar o dejen de comer a pesar de que la fruta sea inofensiva. Imaginemos, entonces, la reacción que tienen, al igual que los perros, ante el ruido de los fuegos artificiales. Y que estos explotan a su lado.

Puede llegar a ser muy traumático en ellos. Y no únicamente en el ámbito psicológico, también en el biológico, pues les puede dañar al corazón debido al estrés ocasionado. Las risas del primer momento no merecieron la pena.