LOS LUGARES A LOS QUE VIAJAMOS

Puede que tenga algún lugar,

o dos, tal vez tres o cuatro,

al que vuelvo en ocasiones,

aunque sea imaginándolo

y sin moverme del que estoy.


Y si lo mismo les pasa

conocerán sus motivos,

sus intrínsecas razones

que rugen en su corazón

y les ocupará el cuerpo.


El porqué del dónde

puede que fuera abonado

por algo mágico.


O regado, tal vez,

por un manantial, un lago

antediluviano. 


Intuirán ustedes sus motivos,

o de seguro lo sabrán...

¿pero eso debe de importar?

A ustedes sí, eso es lo más seguro. 


¿Lo atesorarían como un regalo?

Pero mejor no respondan,

guárdenselo un poquito más...

ya tendrán tiempo de disfrutarlo.  

centraldereservas.com


 

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