"Delírium", de Lacuna Coil

Tal vez por pereza, recuperamos esta crítica que data del año 2018

Portada del disco

22/XII/2018

¿Qué pasaría si todos desapareciesen y sólo quedaran unos pocos? En este caso serían tres; un bajista y dos cantantes,... Y a pesar de que no venga a cuento, o tal vez sí, una está mejor vista que los demás; eso es lo que tiene este mundo. Se mira más el género que las capacidades interpretativas, aunque no estemos diciendo que uno sea mejor que otro. Sólo se resalta el sexo cuando es una novedad. Unicamente se ve eso: la novedad o la alteración de una norma reglada o no escrita. Aunque, por cierto, las facultades interpretativas de Cristina Scabbia son increibles. También las de Andrea Ferro.

Muchos años han pasado desde que los italianos Lacuna Coil hicieran su debut. Parece que fue ayer cuando en 1998 sacaran su primer EP, el cual llevaba su mismo nombre. Un homónimo, que parece que este vocablo se ha puesto de moda. Y si no lo está se ha vuelto de uso común a pesar de que se utilizara, incluso, antes del "Black Album". Mierda, se le llama "Album negro" en vez de "Metallica",... bueno, utilizaremos el "Album Negro" de los Hamlet,... ¡Joder, tampoco!,... ¿Los discos homónimos sólo son para los primeros discos o simplemente para los quintos? Habrá que rebuscar más profundamente en los cajones de la historia musical.

Pero continuemos. En su momento sufrieron una desbandada. Y reiteramos, se fueron los integrantes de una banda italiana quedando solamente tres; dos cantantes (mujer y hombre) y un bajista. Este último se dedicó a componer y, finalmente, lograron sacar a la luz un trabajo que pusiera continuidad, y frescura, todo al mismo tiempo, a aquello que venían realizando hasta ese momento.

El resultado fue un disco sacado hace dos años, en 2016, con nuevo guitarrista, baterista y teclista. Los instrumentos de cuerda y demás fueron interpretados por un bajista que había estado enfermo y se dedicó a componer en sus momentos más bajos (¿y esta redundancia de dónde sale?). Todo ello lo hizo en su casa, donde tenía su estudio propio, donde se reunía a componer toda su camadería. Y de todo esto salió un disco que se dió a llamar "Delirium".

¿Cómo definir el disco? Si se tratara de una tesis en psiquiatría estaría, esto es, orientada a las enfermedades psiquiátricas: esquizofrenia, psicosis, Síndrome de Estocolmo,... Catorce temas dedicados a la locura del ser humano en la cual interpretan, incluso, un tema de Madonna. Todo muy lunático. Tanto que a veces no alcanzamos a saber si el sano es el loco o al que le llaman cuerdo.

Podría decirse que se trata de un disco fresco en el cual se mezclan sus orígenes góticos y su lado más americano. Ese que experimentaron a partir de su "Comalies" en 2002, cuando introdujeron influencias del Groove, Nü Metal y del New Wave of American Heavy Metal. Pero todo eso son influencias que saca un oyente. La música es simplemente esto: un mensaje. Y el estilo el método de hacerlo llegar.

Lo que más podría sorprender del disco serían las dos voces vocalistas. Cristina Scabbia en su tónica habitual: una todo terreno que puede mezclar sinfónico con Pop, Rock, Thrash o Punk,.. Y la de Andrea Ferro; un individuo que ha aguantado la fama de su compañera apoyándola en todo momento. Mientras ella se llevaba la gloria, colaboración con Megadeth incluida, él ha ido evolucionando disco tras disco. En este, para ser más concretos, sus melódicos y guturales podrían ser mejores que los de su compañera. En resumen, en este trabajo superaría con creces la labor que ella desempeña.

Son catorce temas que en noviembre de este año han dado como fruto la edición de un directo, en formato CD y DVD, que resume sus 20 años de trayectoria con 25 temas en vivo. El resultado se ha venido a llamar "The 119 Show" y ha sido grabado en Londres. En él se muestra su interpretación en directo en pequeñas salas acompañado de un espectáculo que emula el arte circense.

Las interpretaciones son impresionantes. Tanto Scabbia como Ferro hacen una trabajo envidiable. Sobre todo este último, que parece haberse olvidado de la sombra que supuso la cantante. El espectáculo es vibrante y original,... Aunque tiene una pega: el que sólo haya una guitarra deja un tanto pobre el sonido.

"Delirium" (Ficha)

Cristina Scabbia: voz
Andrea Ferro: voz
Marco Coti: bajo, guitarras, teclados, synth
Ryan Blake: batería

"The 119 show" (Ficha)
Cistina Scabbia: voz
Andrea Ferro: voz
Marco Coti: bajo, teclados
Diego Caballotti: guitarra
Ryan Blake: batería


DOCE HABITACIONES (ESTOCOLMO)

Doce habitaciones.
Todas menos una para cada mes.
Once con las paredes acolchadas
y sus paredes tan frías
que congelan el alma del más cándido.

Son once castigos.
Cada uno transcurrirá por cada mes.
Desde las noches hasta la mañanas.
Tan lentos pasan los días
hasta completar círculo tras círculo...

Serán los círculos
los que atemperarán las pobres mentes
que han sido vistas sin ser adecuadas,
puede que sea la envidia.
O tal vez el fruto del arraigado orgullo.

Son las emociones
lo que se trabajará en pos de ceder
el poder de cada una de las almas
que ceden cada día
hasta mecerlas en un espejismo.

El último mes
el amor es lo que se ve aparecer.
Lento, con la dirección prefijada,
desde mañanas tan frías
siempre convertidas en un falso calor.

Es calor que pesa.
Falso por lo que no son emociones,
resultado de mentes derrumbadas
al paso de cada día
por el resultado del castigo eterno.

Nota: el Síndrome Estocolmo y la Censura no serían tan distintos. En su punto final, los dos confluyen en la aceptación de ellos y el no cuestionarlos.



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