Kerry King publicará el 17 de mayo su primer disco en solitario

Ha presentado "Idle Hands", la canción que da a conocer "From Hell I Rise"

kerrykingofficial.com

Incluso arriesgándonos a hacer un juicio precipitado por no haber escuchado el trabajo por completo, el adelanto del primer disco en solitario de Kerry King podría tratarse de la natural evolución de Slayer. De hecho, según ha revelado el guitarrista a 'Rolling Stone', hay dos temas que fueron descartados del ultimo álbum de estudio de su antigua banda, "Repentless" (2015). Estos serán "From Hell I Rise", la canción que dará título al álbum, y "Rage".

Pero con tal de realizar un veredicto total habrá que esperar al 17 de mayo, fecha en que este postergado trabajo vea la luz. Comentamos esto último porque, tal y como expresa King, quiso sacarlo en 2019, justo después de que concluyera la gira de despedida de Slayer. Pero la pandemia ocasionada por el CoVid le obligó a atrasarlo; y a esto se le sumó el tener que tratar con un nuevo sello discográfico, algo que lo retrasó todavía más.

Pese a ello esconde un as bajo la manga. O mejor dicho, cuatro. Esa cantidad son las canciones del "Repentless" que no fueron incluidas y puede volver a grabar. Por si fuera poco, dispone de otras 6 que no lo fueron y que aún continúa escribiendo. "Estoy aprovechando lo que me ha dado la pandemia", declara durante la entrevista. El resultado de todo ello se resume en su propio estado de ánimo, el que ha tenido en los últimos cuatro años y medio.

En total, 13 serán las pistas que, en teoría, disfrutarán aquellos que escuchen el trabajo de King. Y con tal de abrir apetito, el tentempié ofrecido es "Idle Hands", un sencillo que, en una primera escucha, puede considerarse un híbrido entre lo mostrado en el ya citado "Repentless" y, en ocasiones, el larga duración que le precedió, el "World Painted Blood" de 2009. Aquellos que conozcan su obra le reconocerán rápidamente. Su personalidad expresada a través de las seis cuerdas sigue siendo inconfundible.

Mark Osegueda era el "tipo" que necesitaba

Y no deseen encontrarse con una voz similar a la de Tom Araya. Mark Osegueda (Death Angel) dispone de una características completamente diferentes. Más áspera y estridente, realiza una excelente labor. Y más teniendo en cuenta que, por lo menos en este tema, la estructura de sus partes es muy similar a la ejecutada por el extinto combo a lo largo de su trayectoria profesional. "Sabía cómo esperaba que se interpretaran las canciones", explicaba King a la par que afirmaba que era el "tipo" que requería el disco.

En la batería vuelve a requerir los servicios de Paul Bostaph. El antiguo baterista de Slayer "entró más preparado que nunca" en el proyecto. Y a tenor del resultado podemos comprobar que su característico tecnicismo, además de su contundencia, se amolda perfectamente a lo solicitado por King. Es más, logra imbuirle un toque esquizofrénico que empuja a que el tono terrorífico y claustrofóbico del tema se vea incrementado a cada paso que va marcando.

Una de las sorpresas que se llevarán los oyentes es que, a pesar de lo que muchos podrían pensar, Gary Holt (Exodus) no forma parte del proyecto incluso cuando tomara el lugar de Jeff Hanneman tras su fallecimiento en 2013. Phil Demmel (Machine Head, Vio-Lence) se hace cargo de esa posición, pero King confiesa que no le dejó tocar la guitarra rítmica. "Es más técnico de lo que pensaba", declara. Demmel llegó a engrosar las filas de Slayer en 2018. Fue en cuatro conciertos y Bostaph recomendó que se uniera a este proyecto.

Las primeras lineas de bajo se grabaron en tres días 

Kyle Sanders es el encargado de la base musical encarnada a través del bajo. El integrante de Hellyeah grabó sus primeras líneas en tres días, justo después de que le mandaran las primeras "demos". En ellas sólo se incluían las guitarras de King y la batería de Bostaph. "Nunca nadie había hecho eso por mí", detalla el guitarrista. Sobre todo teniendo en cuenta que, desde los '90, él mismo se encargaría de las guitarras y bajos. Ello porque su "chico (Tom Araya), realmente no lo hacía".

Esta declaración, la cual se podría dictar de polémica, en una de las muchas que hace a "Rolling Stone". Pero más allá de ello, cabe recalcar que el trabajo, el cual ha sido producido por Josh Wilbur, quien obrara en su momento con grupos como Lamb of God, Megadeth o Bad Religion, es a primera vista de un resultado similar al de "Repentless". Pero no alcanza la naturalidad de este. Aún así, las guitarras suenan apoteósicas y rabiosas, a la par que llegan a eclipsar la presencia del bajo. Por su parte, la batería, aunque contundente, presenta falta de frescura a pesar de la agresividad y energía que emana.


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