EL DESNUDO DE UNA CANCIÓN
Suena una canción.
Y sus matices,
esas zonas
que componen
el brillo
de su cuerpo,
me resultan
fascinantes.
Se desviste
despacio;
melodiosa
y rítmica.
Sugerente,
muy lento
se levanta
y me baila.
Y se luce
en acto
de lujuria.
Y rezuma
lo ferviente
del tempo
que atraviesa
esta estancia.
Suena la pasión,
y sus calores
son las notas
que componen
sus tonos.
Y su cuerpo
me resulta
fascinante.
Llega el clímax
con su tensión
poderosa
al apogeo
que anuncia
la calma,
la dulce
melodía.
Su respirar
mana calor.
Sudorosa
en sus poros:
salada
fragancia
en su piel
al bailar.
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