El robo de un móvil hace que se descubra que "a tomar por culo" está en Argelia
Una tiktoker narra su reacción al saber que su teléfono se encontraba en el país africano
poklux (Instagram)
¿Serían ustedes capaces de decirnos dónde queda "a tomar por culo"? Pues, según el reciente hallazgo realizado por la tiktoker @pokluux (Judit Martín, por lo aseverado en su cuenta de Instagram), aparentemente, es un lugar concreto de la República Argelina Democrática y Popular, en el norte de África. ¿Pero cómo llegó a hacer semejante descubrimiento? Todo empezó cuando a esta barcelonesa de 25 años le robaron el móvil.
Pasado un tiempo de tan claustrofóbica situación, le llegó una notificación mientras estaba duchándose. Es más, incluso, al comienzo de la publicación de casi dos minutos de duración, detalla que iba con el albornoz puesto. Cabe recalcar, tal y como señala 'El Huffpost', que los aparatos de Apple disponen de la opción de 'Buscar Dispositivo', lo cual "permite localizar con exactitud dónde está el aparato en cualquier momento"; siempre y cuando esté encendido.
Es por ello que, tras unas cuantos intentos que fueron "boicoteados" por el limite de la extensión de los mensajes, le mandó el siguiente que podrán leer a continuación. Antes de nada, les diremos que será mejor que se sujeten a la silla en la que estén o se agarraren de algún lado. Más que nada por lo hilarante y cómico de la respuesta. "Hola, querido secuestrador de teléfonos. Espero que le atropellen dos tractores amarillos y que un niño le dé una patada en los cojones. Con cariño, tu puta madre". Finalmente, concluía el vídeo con un "ya está".
Podrían llegar a pensar que se quedó satisfecha con el asunto. O que tal vez no le serviría de nada su alegato. Pero claro, ¿cuáles fueron las notas previas que trató de enviar antes de llegar a su comunicado final? ¿Y cuál fue su reacción al enterarse de que su teléfono estaría en Argelia? Pues sobre esto les señalaremos que, con una voz que trata de mostrar su sorpresa e impotencia, solicita la ayuda de alguien que pueda ir a buscárselo. Todo ello haciendo uso de la cortés fórmula requerida al momento de concluir una petición; es decir, "por favor".
Ya después, al ofrecernos el instante en el que parece percatarse de que puede mandar un mensaje, podemos apreciar cómo comenzaría el primer intento de ellos. "Hola, querido secuestrador de teléfonos", arrancaría este también. Deseándole "unas buenas tardes", pretendía señalar que "ojalá te tropelle" (sic) un camión. Ahí recula y añadiría que mejor fueran dos de estos vehículos. A continuación, le advertía sobre la naturaleza del móvil, pues este se trataría de un 'Transformer' que iba a "cobrar vida". Entonces, por lo que deja atisbar, sería que se hubiera dado cuenta que tiene un tope y tendría que "gestionar el mensaje", pues no podría ser "tan largo".
Antes de llegar a su discurso final, trata de concluir otro que aunaría el primero con el que al final remitiría. Este comienza sin dedicarle unas "buenas tardes", pero señala que espera que le atropellen "dos tractores". Además de que "se caiga por un acantilado". Asimismo, muestra su deseo de que sus ojos sean comidos por una gaviotas. Llegado a este punto, vuelve a advertir que ha excedido la extensión disponible con tal de llevar a cabo su propósito. "¡Ay, que no me cabe! ¡Esto es muy difícil!", exclama. Aún así, trata de calificarle de "maldito desgraciado", pero le sería imposible incluir este último atributo. Finalmente, da a conocer el resultado del mensaje final.
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