TRANSMUTACIÓN

Que tengamos cuidado 

con vender nuestra alma

al Diablo, nos dicen.

Que lo que promete

es algo terrenal.

Luego viene el olvido.


Un olvido en el que se regocija 

con el pasar de los tiempos,

de la Eternidad

y sus sombras

cuando sea el vencedor 

de su guerra con Dios. 


Ese que fue la estrella en la mañana

y también el más cercano 

al de la Deidad. 

Qué sorpresa

si están invertidos 

esos mismos puestos. 


En un plan orquestado 

alteran las formas

de sus entidades. 

Usan los disfraces

y se tergiversan

siendo escenificados.


El tema está,

el quid de la cuestión,

en cuándo tuvo lugar 

esa transmutación 

de esos papeles,


de esas formas,

en el negativo

de alguna fotografía 

que no se reveló

por los intereses.


Así que tengamos 

la certeza

de guardarnos

del mismo Dios

y su forma

con la piel del Diablo. 

Rock Ambulante (Facebook) 





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