EL DESIERTO QUE QUERÍA SER SELVA
Percibió con sus carnes
(lo notó, saboreó, apreció)
lo enfermiza que alcanza a ser
la posesión (el deseo)
con tal de dominar
a la par que se disfraza
de la figura del ardor.
Y se basaba en querer
transformar los sentimientos
(o la forma que se debe ser),
también el mismo destino
en el que habitara
(el hogar que lo guardara)
o cómo sentir el calor.
Era como si una varita hubiera,
pero no era mágica
(de eso estaba seguro).
Todo aquello que la abonaba
(de cuáles eran no estaba seguro)
parecían erigirse con la inquina mediante.
Y decían que los tiempos habían cambiado.
Pero esto, en realidad, así no lo era.
Era algo en las entrañas
que había sido enquistado.
Profundamente anclado al alma
esta acababa desapareciendo...
sin la señal de alarma con la que despertarse.
Y es que el sueño llegaba a ser tan profundo...
...que toda esa inmensidad
tenía su contraparte
en la misma ausencia de descanso.
Y presentaba el mismo tamaño.
Y juntándose después
creaban una realidad...
... que figuraba ser real
siendo un espejismo...
... dado en un desierto
anhelando ser selva.
![]() |
botabatacorbata.com |
Comentarios
Publicar un comentario