LO QUE MANEJAN SENTADOS DESDE LOS DESPACHOS
La verdad es que no quiero que vuelen despachos.
Pero da asco, indignación y rabia
que en ellos se dirijan las guerras
mientras sus inquilinos se quedan ahí sentados.
¡Benditos patriotas del billete!
¡Qué tranquilidad debe ser estar ahí sentado!
Mira qué asco, indignación y rabia
va germinando por sus carteras
mientras las úlceras crecen en los estómagos.
¡Mira a los patriotas del billete!
¡Pero malditos sean sus despachos!
Y las personas que los ocupan,
si es que de esa forma puede llamárseles.
¡Qué tranquilidad deberán sentir
ahí sentados con un botón
delante y mapas que muestren
sus ansiados objetivos!
Estos no son territoriales, no.
Van buscando materiales.
Van buscando prevalecer
en la economía con sus tableros.
¡Menuda ansiedad deberán sentir
si pierden sus privilegios
que labraron en la suerte
dada en sus tristes mercados!
Esos en los que cotizan almas tristes
sin saber que son una pieza más.
Griten: ¡Malditos sean sus despachos!
El "Monopoly" se vuelve un largo mantel
cubriendo una mesa en la cual
el "Risk" va junto a las tazas
del café, el té y cualquier bebida caliente.
¡Malditos sean sus despachos
en los que las personas son unos simples
peones en una gris partida de ajedrez
con jugadores endiosados!
Es la eterna historia que empieza cada vez
que sustenta la economía
sin que nunca retroceda
aunque simule que llegase a marcharse.
nytimes.com |
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