Un agujero negro en la oficina

El cortometraje "The Black Hole" explora la codicia humana

Escena inicial de la obra (YouTube)

Hay un dicho en castellano que lo describiría prácticamente a la perfección: "la avaricia rompe el saco". Esto, partiendo de la explicación dada por el Centro Virtual Cervantes, viene a decir que "el ansia por conseguir algo desmesurado frustra la obtención de una ganancia aceptable". Y a modo de moraleja, eso mismo es lo que podemos extraer del cortometraje "The Black Hole".

No pretendemos hacer una trilogía sobre agujeros negros en el Séptimo Arte. Pero, después de versar sobre el "Black Hole" de Jamie Parslow, mencionar la obra que los británicos Philip Sansom y Olly Williams estrenaron en 2008 se nos presenta como un curioso ejercicio. Y más teniendo en cuenta que al primer contacto da la impresión que estamos ante "El Club de la Lucha" (1999) de David Fincher.

En menos de tres minutos se nos narra la historia de un oficinista. Perceptiblemente angustiado y frustrado por su trabajo, está delante de una fotocopiadora que parece estar haciéndole la vida imposible. En estas, en lo que resultaría un error de la máquina, imprime un folio en cuyo centro hay un círculo oscuro que ocupa prácticamente la totalidad del papel.

Ante su sorpresa, el vaso de café desaparece en su interior. Pero le permite sacarlo. Y descubre que le puede servir de puerta a sitios que antes tenía vetados prestando especial atención a aquellos que lo fueran mediante el dinero. De esta forma, el papel que interpreta el también británico Napoleon Ryan va descubriendo que su día a día se puede volver mucho más sencillo si va usando los atajos que semejante hallazgo le proporciona. La avaricia en todo su esplendor como Pecado Capital se va apoderando de él.

Y es que aunque no hay un trasfondo religioso, los seis vicios restantes se van dejando ver hasta el que sería el que atañe al protagonista del film. Empezando por la pereza en su profesión, y la envidia por el hecho de que sus compañeros ya no estén, hasta pasar por la gula y la lujuria personificadas en el chocolate mientras circunvala la ira por sus circunstancias (y la soberbia ante la perspectiva de su nueva situación), la avaricia será lo que haga que tenga un final propio de un relato moralizante.

La importancia de la textura en el color

Les hemos comentado que su metraje es menor a los tres minutos. Con tal de expresar lo que hasta ahora les hemos señalado, Sansom y Williams se valen de un gris saturado que casa a la perfección con lo lúgubre del mensaje a la par que está bañado de una fina ironía. Los primeros y medios planos se van sucediendo en una armoniosa melodía que por nada del mundo hace preveer el sorprendente giro que tiene su desenlace. Además, la finura con la que trazan las imágenes dispone de una exquisita maestría.

Mencionaremos también que la influencia del suspense perpetrado por Alfred Hitchcock es palpable. Sobre todo la época de "Vértigo", "Psicosis" y "Los pájaros". Pero acercándonos más en el tiempo, la caracterización de Napoleon Ryan (dejando de lado su primer parecido con Edward Norton en la ya citada "Club de la Lucha") tiene también reminiscencias del "Seven" de Fincher y, si nos atrevemos a aventurar, de la ironía de las primeras obras de Guy Ritchie. Además de la gestualidad de Chaplin, si nos alejamos.

Los planos narrando la historia

Asimismo, súmenle la velocidad de los movimientos de cámara y los planos detalle. Convirtiéndose esto en reflejo de la rapidez del mundo laboral y su estrés (y por lo tanto, en el resto de la sociedad), se van ralentizando a medida que Ryan ve cómo cada vez están más cerca sus objetivos mediante el uso del agujero. Este, tornándose en una posible pareidolia que asemeja los instrumentos de una lavandería, adquiere una alegre tonalidad que presagia el desastre.

Y ya con la intención de finalizar, y teniendo en cuenta que se trata de una recomendable obra, señalaremos que los directores también se encargaron de guionizarla. La fotografía corrió a cargo de Will Bex y su productora fue "HSI Films" habiendo sido lanzada por "Futureshorts". Creada en 2003, esta plataforma da apoyo en cuanto a distribución y dar a conocer cortometrajes. El corto fue galardonado con el "Virgin Media Short Awards" de 2008. El premio constó de 30.000 libras (35.466 euros) para un futuro proyecto y su exposición en cines británicos durante un año.








Comentarios

Entradas populares de este blog

VIAJANDO POR EL ESPACIO

LEGO lanza un cortometraje de "Tiburón"