CONSTRUYENDO ¿LA CASA DEL SEÑOR?
Comentan que ayer fue tu día.
Que fue tu jornada de festejo.
Los devotos a tu casa
acudieron, ¿será la de todos?
Si es que fuera así, ¿hace cuánto tiempo
que no te dejas ver?
¿Por qué te escondes?
Si no te dejas ver...
¿qué deseas con la fé?
¿Por qué tratas de esconder tu rostro?
Quizás me digas descreído
o que me corroe la desconfianza,
pero todos tus púlpitos
lanzan frases ensordecedoras.
Y se da la circunstancia
que, a medida que han pasado las edades,
los diferentes caudillos
han usado ese sistema
al halagar a las masas.
Envueltos en su epifanía
fueron modelando al seguir sus verdades.
Construyeron los Paraísos
de aquellas almas devotas
y hostigaron las contrarias.
A estas se les niegan los días...
y lo Eterno en las Llamas se les ofrece.
Al igual que cada sermón
que tiene "palabras sabias"
lanzadas por las sotanas.
¿Esa es tu palabra?
¿La que olvida lo pedagógico,
si es que lo tuvo alguna vez,
mientras resulta fiel al dictado?
¿Tú nos castigarías
por lo que aquí hubo sido expresado?
Puede que sean tus creyentes
los que anhelen volverse verdugo.
Di. Di qué pretendes
y procura no ser el esclavo
de cada palabra que pronuncias,
ni dueño del silencio que callas,
bajo el designio de los alzados
gritando en tu nombre.
segundocabo.ohc.cu |
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