LOS VERICUETOS DE LAS CONTIENDAS

Cada Perro de la Guerra

se acomoda el traje

en despachos

muy cómodos

gozando la sangre

en un negocio intemporal.


Da igual su naturaleza,

o en la parte que estés,

los orgasmos

del dinero

van repitiéndose

mientras van cavando tumbas.


Nos venden paz

en mercados

sin garantía sanitaria

alguna al interés

de la volatilidad bursátil.


Pero si miramos

el detalle

tienen medidas de seguridad

que habrán de seguir al milímetro.


Todos sus andamios

fortalecen

un regio engranaje de un sistema

que en ello abre su máximo esplendor.


Nos vende paz

el más calmo

al vanagloriar la ausencia

de distintos frentes

los años que estuvo en el atril.


Contempla su oreja.

Ahora será el garante del equilibrio

mientras nos recuerda

que con él las balas no fueron menester.


Nos ofrece la paz.

Pero pregúntate cuál será su precio. 

Cómo será su paz

cuando resulta ser un mero magnate.

Escif (abc.es)


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